Instante diamante

Friday, December 26, 2008

Josefina

Martita me pasó con ella por teléfono. Nunca me llama. Le pregunto como se siente “vieja, pero siempre me imaginé que iba a ser peor, asi que bien mijita. Usted?”. Me trata de usted. Desde siempre. A veces intenta el vos , pero nos suena raro. Preferimos el usted.
Me cuenta que le pidió a mi madre una foto mía, no tiene fotos mías desde mi primera comunión. Es de hace poco, tengo puesto mi vestido preferido, uno cincuenton, hasta las rodillas, un poco ajustado, con flores. Me estoy bajando o subiendo a un auto. Me dice que es hermosa esa foto, que salgo muy linda. Le agradezco. Dice que tengo algo de actriz de su época, que de adolescente si me hubiera conocido, hubiese deseado con toda su alma ser como yo. Y que de más grande, al ver que nunca se podría parecer, me hubiera envidiado profundamente. Y, en caso de cierta cercanía personal, hubiera temido que su marido se fijara en mí. O su padre. Me río, le digo que me gusta que me lleve de viaje a su juventud. Me dice que menos mal que soy su nieta, jamás hubiera podido ser mi amiga. “Nunca vas a ser tan hermosa como ahora”. Necesita que tome conciencia de eso en este momento,que estoy a tiempo. Que es mi era dorada, mi esplendor.
Ella me dio mucho de lo mejor que tengo. Mis cosas más femeninas. Me enseñó a coser. Me hizo ruleros de tiritas de trapo y papel cuando odiaba mi pelo lacio. “Nunca use escote y falda corta simultáneamente, nunca se pinte los ojos y la boca simultáneamente”. Nunca uso falda corta y escote al mismo tiempo, ni me pinto los ojos y la boca al mismo tiempo. Durante la enfermedad de mi hermano rezábamos juntas, todas las noches. Todas. Me recomendaba ser madre joven, lo voy a ser. Me compraba libros, todo el tiempo. Ella los leía primero. Me pedía que usara más faldas. Uso muchas faldas y vestidos. Me regala sus tapados y sus perlas. Los uso y cuento que son de ella, que es una diva. Ya no le preocupa que aún no me haya casado, por suerte. Le preocupaba mucho el tema, me lo dice. Me dice también que un día se dio cuenta de que soy muy fuerte y valiente, como ella siempre quiso ser, entonces sabe que puedo cuidarme sola. Ya no se preocupa porque no tenga marido aún. Le digo que hace muy bien en no preocuparse, que me escuche lo feliz que me siento así. Me dice que entonces ella ahora es feliz.

1 Comments:

  • At 3:31 PM , Blogger Olga Eter said...

    Será porque nunca puedo salirme de mí, porque no puedo dejarme de lado. (Eso creo que me dijo, o eso se me constituyó con lo que me dijo).
    Entonces resuena el esplendor pasado, “se me pasó la mitad de la vida -si tenemos salud, agregó mi dentista-, la mitad más vital”.
    La imposibilidad de disfrutarlo, de romper la dinámica que me puso en un lugar donde era imposible disfrutarlo; donde nadie se preocupaba en que tomara conciencia, donde nadie alentaba ni veía. (Como ahora)
    ¿Es eso lo que resuena o es la imposibilidad radical de tener un momento familiar así?
    Y como no soy ni fuerte ni valiente ni feliz –nunca me lo probé-, la corto acá para no arruinar un post tan lindo.

     

Post a Comment

Subscribe to Post Comments [Atom]

<< Home